creo que el cielo lamenta tu ausencia...
o se alegra por nuestra aproximación, ¿quién sabe?
Detente, apoyándote en la pared, solemne e impresionante, tú.
¿Quién me diría que ibas a darle la vuelta a mi cuerpo?
Que ahora puedo mirar hacia atrás,a mi espalda y saber que eres tú quien está ahí.
Has hecho brotar mi rabia y mis miedos tanto como ahora sepultado, lejos...cerca del mar.
Porque un día decidiste darme la espalda y yo intrépida y valiente decidí aferrarme a ti,por detrás.
Mi torso, libre y descubierto llevó consigo trabas y lastres.....estiletes que dormían en tu costado...
cuchillos y cristales, obsequios ofrendados por gente la cual un día decidiste apostar.
Sostuve con saña el pañuelo que envolvía tu rostro no dejándote divisar
el bote salvavidas que surcaba por la lluvia que hoy me empapa, otro 13 de diciembre.
No me rindo, sé que la lluvia compensa y que las agujas del reloj me darán la razón con eso de que mereces la pena.
Déjate en mis manos, no dejaré que te mojes, al menos de agua de esta lluvia.
Le falta léxico a esto que me conmueve
y en mi estómago planean aviones de papel que esperan traerte de vuelta....
No hay comentarios:
Publicar un comentario