Corté mis alas del disfrute temporal, bañé mis días en la confianza a vistas de vuestros ojos de ángel gris.
Cinco ángeles grises que velan por mi.
Sellé mi espalda con gritos sordos sin sentido, el valor de lo ganado a halos de sacrificio.
Sumé veinte años en un pestañear, multiplique mi vida por dos y gané cien sonrisas suyas.
Diez ojos confiados, diez brazos que valoran lo ya avanzado y diez alas para mi, sólo para mi.
Aún preguntan si sufro cuando las horas pesan, los momentos abrasan, como soporto el fuego así, si hay hoguera en mis entrañas, ellos el fuego apagan, ellos soplan mil alientos por mi.
Pesadillas que iluminan y en mi río de mil dudas ponen por mi cien salvavidas.
11/11/2012
Alas
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