El agotamiento comienza a quebrar mi cuerpo en dos mitades simétricas. Dos mitades señaladas desde antaño. Dos mitades completas, azules o grises, cautelosas, agazapadas por momentos inservibles.
Ahora ya en calma.
Calma como un mar colmado de sal sin olas que rompan ni erosionen acantilados.
Sal.
Sal cubre mi herida, sana adulteradamente.
Me harto de dividir pensamientos, palabras, lengua bífida roma.
Hilos incapaces de coser estas mitades.
¿ cuándo se coseran por mí?
Este nylon empieza a soltarse, araña y aprieta el vacío que ahora prevalece en mis adentros.
Lágrimas saladas impedirian volver a juntar lo que ahora se une por costumbre.
¿ Cuándo se mirará por mi con gafas de aumento?
Aumentando el dedal de sinceridad.
11/20/2012
Regazo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario