12/10/2012

good travel


Sólo hay silencio y dolor de mandíbulas. Mientras tanto me ahogo en mi felicidad propia donde nadie me habla ni suspira, donde solo yo habito por un tiempo entre mares de letras, música y nuevos planes. Donde disfruto de acordes y nuevos versos. Nada afilado en estos momentos me acuchilla, ni tan si quiera me roza la piel. Caminaré en silencio aun más rato si hace falta. Y despierta que hoy es lunes, llevas cuatro días durmiendo.

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