Es el salto, no el paso, lo que posibilita la experienciaTodo acto creativo implica un salto al vacío. El salto se ha de dar en el momento adecuado y, sin embargo, no está establecido cuándo saltar. A mitad del salto, no existe garantía alguna del éxito. El salto a menudo puede causar una profunda vergüenza. La verguenza va de la mano del acto creativo; es un colaborador clave. Si tu trabajo no te averguenza lo suficiente, entonces es muy probable que nadie se sienta tocado por él. Un amigo mío actor albergó durante toda su vida la fantasía de ser una estrella del rock. Alimentado por su devoción a Sting, Mick Jagger y Peter Gabriel, formó una banda practicó en un estudio en un sótano y finalmente alquiló un club en el East Village en Nueva York. Me invitó al concierto. En el club había mucho ruido, la banda era mediocre y la actuación de mi amigo, por desgracia, era aún peor. Aunque ejecutaba todos los movimientos propios de una estrella del rock, el concierto tenía un aire marcadamente falso. Tocó delante de tres músicos de apoyo con el adecuado aspecto de duros y fracasó estrepitosamente. Al final, me volví hacia mi acompañante, Annette Humpe que realmente era una estrella de rock en Berlín y le pregunté por qué la actuación habia sido semejante fracaso. Ella respondió sin dudar. "Er hat keine Scheu". Una traducción de "Scheu" es timidez o vergüenza. "No siente vergüenza". Yo quería saber más."Es un cantante no un actor - explicó ella-. Está actuando como un cantante pero no está realmente cantando. Para poder identificar las características auténticas de un cantante, Annette Humpe propuso que nos quedáramos en el club para escuchar a la siguiente banda. En el siguiente grupo cantaba una mujer que simplemente permanecía de pie delante de su banda. Al principio parecía rara y carente de toda sofisticación, pero muy pronto se hizo evidente que era, de hecho, una verdadera cantante. El acto de cantar, la intensidad del sonido que emanaba de su cuerpo hacía incrementar su vulnerabilidad. La conciencia que tenía de sí misma le desconcertaba y parecía ligeramente avergonzada. Si a uno "le toca" el descaro de lo que está expresando a través de uno mismo, entonces, como señaló Gertrude Stein, "no ha allí allí". En el caso de un intérprete mediocre que ejecuta una imitación mecánica, se pierde el desconcierto del momento creativo original. Cuando se busca autenticidad, uno no puede esperar encontrarse seguro y a salvo dentro de las formas, obras, canciones o movimientos que se han heredado. Por eso prepárate a sentir vergüenza. Actuar es mitad vergüenza mitad gloria. Vergüenza por exhibirte , gloria cuando te puedes olvidar de ti mismo.
12/20/2012
La vergüenza un secreto
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