Hay suficiente, hasta en el punto más recóndito de mi cuerpo, pienso, pensaba...pero por más que se tenga firmeza en ese tipo de pensamiento,
como escribí en otra ocasión, nos encontramos pequeñas aguas que aparecen de la nada y nos dejan beber plenamente de ellas sin esperar nada a cambio.
Aguas caudalosas, grandes corrientes que podrían transformarse en energía electrizante, chispazos y una conexión impetuosa capaz de aportar lo mejor en cada cuerpo, rostro, manos, cabeza, espalda....camino...abarrotarte de energía.
Encuentros.....almas bondadosas....limpias
Sensibilidad, miradas que te aman sin saber porque....y próximas a ser amadas por un "sin venir a cuento pero confío en lo que hago".
Con la certeza de saber que solo te aportará benevolencia, ternura....apacible en todos los aspectos, jamás aguas nocivas.
Se adhieren a tus días sin darte cuenta...
...y sin darte cuenta tus días se ven colmados por la dulzura de su voz, su tierna presencia o el hecho de que sólo con que te hable, sientes la necesidad de sacar lo mejor y más preciado de tus miseros adentros desde lo que araña y hace daño, las palabras que más retumban en los tímpanos, lo que golpea el pecho dejándote sin respiración hasta y a mayor escala y ganas, las plumas que más cosquillas nos pueden llegar a hacer en el estómago o la sonrisa más hermosa y pulcra que se te pueda dibujar en el rostro.
Volveré a rezumar risas?...seguro...
....si, tú, succionadora de sonrisas....
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