10/12/2012

Fin del trayecto


Estando en el sofá tumbada, decides acomodarte con la cabeza colgando del revés para ver todo distinto, al principio es divertido y original pero cuando llevas el tiempo suficiente, dicen que la cabeza se te llena de sangre, sientes presión...esto va a ser una bomba, va a estallar. Hoy estoy tumbada con la cabeza hacia abajo. Opté por ver todo distinto hace seis meses, distintas caras, calles, monumentos, muebles de casa, compañeros de alcoba... Sostenida económicamente por tener continuamente las uñas huntadas de café, de tener mucho más cultura y saber gracias una persona entrañable la cual apodaré "esponja del conocimiento" ha llegado el momento de ponerme boca arriba. Compondré yo misma un pasaje..."bienaventurados los más hijos de puta del lugar porque siempre tendrán más suerte que el bueno, el pobre, el honesto, el sincero..." Si me doy la vuelta, mi vida o visión volveran a estar al borde del precipicio, me volveré a lanzar y como siempre a última hora apareceran las colchonetas auxiliares. Ya cuento con las de casa. Creo que...voy a lanzarme, no es necesario sentir que te va a estallar la cabeza, que se te van a salir los ojos de las cuencas o el corazón por la boca...aunque pensandolo bien, escupiría mi corazón y se lo daría a cualquier otra pesona que lo necesitara más que yo. Esto está poblado de ellos.

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