Que fácil es saber de antemano que tienes el ceño fruncido y priorizar ese motivo para culpar mis palabras.
Que difícil es dosificar las palabras y saber para quien deben ir....si, es algo que no todo mundo sabe pero debo presumir de ello.
Si priorizas la intención, allá tú.
Atrincherate en mis palabras malinterpretadas, retuerce todas las que quieras, agárrala de donde quieras, yo ya estoy cansada y me quedaré aquí tumbada.
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